Definitivamente hay que ver cómo le vamos a hacer para generar libre mercados e inspirar acciones y valores donde prime la libertad individual y la justicia económica. Para eso, parece clave comenzar a darle algo de crédito a Vandana Shiva. Aquí un poco más sobre ella, en español.
Para decirlo a lo rápido: los consumidores podemos cambiar a nuestros "patrones" del consumo, jeje.
Un amigo permacultor recientemente me comentaba cómo era Alemania en la época de postguerra. Los más ricos eran los granjeros. La gente iba hasta ellos para comprarles papa, y los granjeros aceptaban joyas, oro, cuadros, instrumentos de música, todo lo que pudiera tener valor en el futuro. Pero estaba claro que el Oro, de verdad, era la papa. Tener qué comer. Si nos preguntamos qué comemos hoy, y nos respondemos desde Michael Pollan, la respuesta es clara: el sistema alimentario que han diseñado y potenciado las grandes corporaciones, basado en el petróleo y en eficiencias que no podrían existir o calcularse sin petróleo (y que dejan a un lado los costos sobre la calidad de los suelos y de la salud de las personas y de los animales y plantas), nos tiene jodidos. Culpan al capitalismo, pero esto ya no es capitalismo. Se trata de una forma de diseñar asentamientos humanos y riqueza humamana, basada en dañarnos sinquererqueriendo, a nosotros mismos.
Lars Schmidt,otro amigo permacultor aquí en Berlin (vine para uno de sus workshops geniales de reconexión), me pasó un post de su blog bajo el título Diversify and Descentrilize:
Aquí algunos videítos para los que creen en el poder de la palabra y la imagen juntos. Así lo explica Vandana.
Para decirlo a lo rápido: los consumidores podemos cambiar a nuestros "patrones" del consumo, jeje.
Un amigo permacultor recientemente me comentaba cómo era Alemania en la época de postguerra. Los más ricos eran los granjeros. La gente iba hasta ellos para comprarles papa, y los granjeros aceptaban joyas, oro, cuadros, instrumentos de música, todo lo que pudiera tener valor en el futuro. Pero estaba claro que el Oro, de verdad, era la papa. Tener qué comer. Si nos preguntamos qué comemos hoy, y nos respondemos desde Michael Pollan, la respuesta es clara: el sistema alimentario que han diseñado y potenciado las grandes corporaciones, basado en el petróleo y en eficiencias que no podrían existir o calcularse sin petróleo (y que dejan a un lado los costos sobre la calidad de los suelos y de la salud de las personas y de los animales y plantas), nos tiene jodidos. Culpan al capitalismo, pero esto ya no es capitalismo. Se trata de una forma de diseñar asentamientos humanos y riqueza humamana, basada en dañarnos sinquererqueriendo, a nosotros mismos.
Lars Schmidt,otro amigo permacultor aquí en Berlin (vine para uno de sus workshops geniales de reconexión), me pasó un post de su blog bajo el título Diversify and Descentrilize:
‘Every conflict of our times is around vital access to the vital resources of the planet. But the conflicts are always presented as ethnic, religious and regional…
Many people don’t realize: the pharmaceutical industry is the same as the agrochemical industry is the same as the biotechnology industry, there is no separation…
Throughout history we have know that monopolies mean hunger, monopolies mean famine…’
Aquí algunos videítos para los que creen en el poder de la palabra y la imagen juntos. Así lo explica Vandana.
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